Las cosas no son lo que parecen...

Con el tiempo te das cuenta de que  acabas valorando únicamente aquellas personas y cosas realmente importantes, las que son capaces de dejar huella con un pequeño gesto o con pocas palabras, las que saben arrancarte una sonrisa cuando menos desearías darla o las que te tienen en cuenta cuando planean algo. El resto, al final, es puro entretenimiento, parte del decorado, máscaras, antifaces, pelucas y rímel. Utilería, atrezzo. Tacones que huyen sin mirar atrás, escondites y trampillas secretas donde desaparecer. Disfraces, pieles de camuflaje, gafas de sol y pintalabios.  Ilusiones al fin y al cabo, engaños que rellenan nuestra vida y que en ciertos momentos de debilidad y flaqueza sirven para que no parezca tan vacía y absurda.