viernes, 15 de abril de 2011

Tres pàgines escrites per acabar resumint-ho tot en una frase...

Hay placeres efímeros que acaban siendo estrangulados por el dolor de todo lo que comportan después y hay dolores que engrandecen el alma y te recompensan con el tiempo.

Y como no sé decirlo de otra manera:

A mi, me dueles.

2 comentarios:

  1. No podemos vivir pensando únicamente en el después o futuro. No podemos negarnos aquello que queremos sólo porque algún día nos acabará doliendo. Claro que dolerá, el dolor forma parte de la vida y nos ayuda a apreciar los grandes momentos, la contraposición perfecta, sensaciones opuestas. Si vivimos pensando en el dolor no podremos experimentar todo lo demás. ¿Para qué vivir, entonces? ¿Para qué tener la capacidad de sentir tantas emociones si lo único que hacemos es evitar sentir? ¿Qué sentido tiene vivir con miedo al dolor?

    No sé si realmente es tu caso ni sé si un comentario en un blog es el mejor entorno para escribir estas lineas, pero no puedes desear no desear, Sandra. Las malas experiencias del pasado siempre estarán ahí y de ellas podemos aprender y quizá crecer, pero no deben impedirnos vivir. Están allí para demostrarnos que lo podemos hacer mejor, que a nadie le sale todo a la primera y que todo - incluso la felicidad - conlleva caer y volverse a levantar.

    Cada error nos deja un paso más cerca del final, deja algo sobre lo que reflexionar y nos hace mejores. La vida está llena de errores. Nosotros mismos somos un error, miles de mutaciones desde hace millones de años que nos han traído hasta aquí. Si todo funcionara a la perfección, no existiríamos. Tienes que permitirte fallar. Deberías tirar la coraza, ahora que asoma el sol de verano, y sentir de nuevo. Hacer lo que quieras hacer y no negarte los - pocos - placeres de los que disponemos, en el cual el mayor de ellos, para mí, es amar. ¿Puede que salga mal? Seguramente. ¿Sufrirás? Por supuesto. ¿Vale la pena? Sí, da sentido a nuestras vidas, nos hace mejores. Nos hace felices. Y la felicidad bien vale un par de lágrimas.

    No sirve de nada ser infelices hoy para ahorrarnos la infelicidad futura.

    PD: Perdón por el rollazo, demasiado tiempo sin hablar contigo. Ahora recuerdo que aún me queda un secuestro pendiente y otro de regalo por recibir un correo titulado "cara de negrito zumbón". Aún me río pensando en el tal charliehome que recibió tu tabla... ¿A quién se le ocurre ponerse un nombre de correo así?

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  2. Després del gran comentari d'aquí a dalt no sé si podré afegir massa cosa, però ho intentaré xD.

    M'agradaria comentar la distició que fas del dolor. És veritat que hi ha vegades que el patiment relacionat amb un fet pot arribar a solapar totalment les bones sensacions que aquest ens va proporcionar en el seu moment. I segurament estarem desil·lusionats, decebuts, el que sigui, però crec que hem d'intentar (tot i que no sigui fàcil) separar dins nostre el sentiment que ens produia llavors i el que ens produeix actualment. Ser conscients de què realment aquella felicitat no ens l'ha pres ningú i que en el seu moment va contribuir a que ens sentíssim bé i que la podem recordar lliurement. Que el dolor no sigui un impediment ni ens faci oblidar, sinó que ambdues coses ens siguin profitoses i en traiem, almenys, una experiència i un aprenentatge. Per tant, que tots els dolors puguin ser dels que t'engrandeixen l'ànima i no dels destructius, que cap moment es perd sinó que allò que ens ha aportat també resideix dins nostre. Si separem el mal que comporta i l'utilitzem d'aprenentatge segur que en un futur tot anirà millor.
    Així que si quelcom et fa mal, doncs que te'n faci, és normal i de fet penso que la part positiva és que en sentir-lo també pots sentir-te viva i veure que les coses realment t'importen.

    Ens veiem, un petó :)

    (l'altre comment m'havia quedat més coherent crec, però la memòria no m'ha donat per massa u.u)

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